lunes, 6 de diciembre de 2010

El Ecuador vive un importante proceso de cambios y ¿la Universidad?....(bien gracias...!!!)

El Tema central de este BLOG UNIVERSITARIO, al que invitamos a participar a estudiantes, maestras/os, empleadas/os y trabajadoras/es de NUESTRA QUERIDA ALMA MATER, gira alrededor de la tarea que nos convoca a quienes hacemos UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL: ¿Cómo construir la Universidad para el Cambio y por lo tanto, lograr UN CAMBIO DE LA UNIVERSIDAD, un cambio esencial, no un cambio simplemente electoral. ¿Cómo contribuir a crear las condiciones para que elementos como el Parque Científico y Tecnológico que está a punto de crearse, pueda lograr su importante cometido?

En primer lugar, con total transparencia, les expresamos nuestras pretensiones: lograr que la UG conozca, discuta y participe en la aplicación creativa e innovadoramente de la ya aprobada y flamante Ley de Educación Superior.

Consideramos que se debe desarrollar una nueva relación UNIVERSIDAD-NACIÓN en el proceso de cambio contemporáneo, que es necesario que la UG se vincule inmediatamente a los procesos que ocurren en el país y sume sus fuerzas, conocimientos y experiencias individuales, colectivas e institucionales a todas las grandes corrientes de pensamiento y acción que hoy deciden sobre el destino de la Universidad y consecuentemente sobre el futuro de cada profesional, de sus familias y de la vida de la Nación Ecuatoriana en su conjunto.

Es urgente estimular, recoger, potenciar, las diversas propuestas respecto de cómo lograr el desarrollo de un proceso muy amplio y profundo que sirva de plataforma para llevar a la práctica la Ley de Educación Superior después de su reciente aprobación por parte de la Asamblea Legislativa.

Es preocupante constatar el hecho que, a veces, -más a menudo de lo que estamos acostumbrados y casi resignados- parecería como que la Universidad de Guayaquil sufriera de "parálisis cerebral".

En los actuales momentos, cuando mayor necesidad tiene el país de recibir propuestas científico técnicas de parte de la mayor universidad pública del Ecuador como aporte para resolver los grandes problemas nacionales, sólo ha ondeado el estandarte de nuestra Alma Mater, en las calles, al lado de pendones partidistas, muy respetables y que hacen uso de la insigne bandera celeste y blanco, con pleno derecho político-electoral porque en ese camino se forjaron pero que, no representan los mismos espacios académicos cuya identidad sólo se mide en última instancia por sus aportes en el campo de la ciencia, la tecnología y la visión y misión de entregar esos conocimientos para contribuir a resolver los acuciantes problemas locales, regionales y nacionales, en particular, de los sectores más vulnerables.

Es innegable que existen fuerzas en el interior de la Universidad que intentan mañosamente no sólo mantener a nuestra universidad ajena al proceso de participación junto a empresarios responsables y sectores innovadores, el mismo que debe ocurrir en todo el país sino que, incluso sueñan con imposibles: que este centro de pensamiento superior, el mismo del 29 de mayo de 1969 que libró batallas por la democratización de la enseñanza y la reforma universitaria, no todas con la claridad de dirección necesaria pero con indiscutible afán democrático; que éste, de incontables gestas a favor de la transformación del país para dejar atrás el atraso científico y social y los mal habidos privilegiados, continúe sometido, en incondicional servilismo al atraso y la casi nula participación de sus cuadros científicos en la construcción del Ecuador del s. XXI.

Para mayor agravio, nuestra universidad ha sufrido el baldón de su silencio cómplice frente al intento de asesinato del Rector de la Universidad Central, un científico, por el que un centro de educación superior como el nuestro, debió pronunciarse inmediatamente..!!! ¿Qué discutió y resolvió el Consejo Universitario en la sesión correspondiente?. No sabemos aún pero, lo trascendente es que no rechazó como debía una manifestación de violencia retrógrada como la señalada que felizmente fue caracterizada y respondida por otro científico quien dio la cara por la Nación a través de su editorial del diario El Universo titulado “Garroterismo”, donde señala que, en referencia a la Universidad Central, “Haber tomado, días atrás, el despeñadero de la violencia es imperdonable: un grupo de “estudiantes” (¿?) garrote en mano, como delincuentes camuflados, irrumpieron en los predios universitarios donde los más altos personeros, rector, decanos y representantes estudiantiles, dialogaban y discutían racionalmente, buscando los mejores derroteros para la universidad y por ende, para el país. La turba rompió puertas y ventanas, injurió y agredió criminalmente a varias autoridades, buscando imponer sus designios a garrotazos.

La principal víctima del asalto fue el rector, doctor Édgar Samaniego, quien meses atrás y gracias a una votación democrática fue elegido para la alta función”.

La inopia de nuestra institución en aquella ocasión, tiene ligazón con los posteriores acontecimientos de violencia que incluso llegaron al extremo esta vez sí del asesinato de un joven estudiante de la Facultad de Jurisprudencia. Si no rechazamos coherente y vigorosamente la violencia en patio ajeno, prohijamos que manifestaciones similares crezcan en el nuestro.

¿Cómo avanzar a la Universidad del Futuro en un ambiente de esta naturaleza degradada?

Pero como “Dios escribe derecho en reglones torcidos”, pienso que podemos compensar estos desatinos con acciones de tan profunda trascendencia que contribuyan a poner rumbo hacia una Universidad de Guayaquil vinculada a la producción y a las demandas sociales a través de la creación del Parque Científico y Tecnológico, PT-UG, que en esta época de Globalización y Modernización irreversibles, se comprometa con la Excelencia, el Emprendimiento, la Innovación y la Creatividad para así, entregar su aporte al crecimiento progresivo de Productividad y Competitividad y por lo tanto, al mejoramiento de la Calidad de Vida de la Sociedad.

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